El frizz es ese encrespamiento irregular e involuntario del cabello que cuando aparece no hay forma de no parecer despeinada o con un look descuidado.
Es más propenso a aparecer cuando vives en un clima muy húmedo o por falta de hidratación capilar, otras causas para su terrible aparición pueden deberse a los tintes y decoloraciones, si está muy expuesto al calor de la plancha o si tu cabello es muy seco o demasiado poroso.
En mi caso, estoy expuesta a todas las circunstancias mencionadas pero con el debido cuidado he podido controlar y evitar el frizz siguiendo los siguientes tips que te comparto a continuación:
- Los aceites esenciales son tus aliados, una excelente alternativa es el aceite de coco y el aceite de argán, recordemos que estos aceites aportan nutrición, protección, suavidad y brillo. Lo mejor de todo es que puedes usarlos en el cabello húmedo o como tratamiento diario en cualquier momento que tu cabello lo requiera.
- Aplica por lo menos una vez a la semana una buena mascarilla hidratante: te dejo la siguiente preparación que a mí en lo personal me sienta de maravilla, la puedes utilizar como mascarilla nocturna:
- En una taza mezcla la Mascarilla de coco de Naissant y agrégale una buena cantidad del aceite de coco de esta misma marca.
- Aplícalo de medios a puntas.
- Acuéstate a dormir.
- A la mañana siguiente lava tu cabello como de costumbre
- Utiliza un champú libre de sal. Mi recomendado para este blog es el Shampoo Hidratante De Papaya (Naissant)
- Seca tu pelo de forma natural al aire libre, evitando frotar tu cabello con la toalla. Haz como si la toalla fuera una esponja. ¡Recuerda: presionar, no frotar! Así evitaras que se genere estática.
- No laves tu cabello tan seguido, así no perderá sus aceites naturales. Ayúdate entre lavados con un Shampoo Seco.
- Plancha tu cabello cuando esté totalmente seco. Procura regular la temperatura de la plancha según sea tu tipo de pelo. Es decir, si es fino, dañado o decolorado gradúala de 160 a 180 grados. Si tu cabello es sano sin color puedes utilizarla de 180 a 210 grados. Por último, si tienes el pelo grueso, rebelde y sano puedes fijar la temperatura entre 180 a 230 grados.